Calidad en Patrimonio


Un conservador-restaurador completo debe resultar del compendio de tres cualidades: la artística, la artesana y la técnica.

El pensamiento estético le da la capacidad de apreciar las expresiones artísticas y le imbuye de la necesidad de proteger cualquier tipo de expresión cultural. La destreza artesana le capacita para abarcar procesos manuales de restauración con efectividad. La competencia técnica le prepara para avanzar en la investigación sobre nuevos procesos y materiales que ayuden en la conservación del patrimonio.

La sensibilidad artística es personal y altamente subjetiva, se puede poseer de forma innata o adquirirse y mejorarse con el estudio, al igual que la habilidad artesana, que también es una aptitud que se puede aprender o mejorar siempre de forma personal e individualizada. Sin embargo, el conocimiento científico es la única cualidad de las tres que es posible compartir, de forma objetiva, a nivel colectivo. Se tenga o no el conocimiento, se puede acceder a este de forma externa. Es por ello por lo que resulta de vital importancia para el avance técnico en cualquier campo, que exista una colaboración y comunicación entre los distintos expertos. 


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